Adquirió sus primeras responsabilidades en el restaurante Almirante de Cartagena durante su servicio militar y de ahí, a elBulli en 1982. Un restaurante con el que conecta hasta en año de creación (abre sus puertas en 1962, el mismo en el que nace Adrià). En 1984, pasa a convertirse en su único chef y lo transforma por completo, mostrando su manera de ver la cocina.

El punto de inflexión llega en los 90. Reinventa la cocina a nivel internacional. Crea nuevos conceptos, elaboraciones y técnicas que le llevan a montar un taller, el primero de la historia de la alta cocina, por donde han pasado centenares de cocineros de todo el mundo que ansiaban aprender de él. 

Con su creatividad llevó al restaurante a lo más alto. Consiguió tres estrellas Michelin y fue elegido el mejor restaurante del mundo hasta en cinco ocasiones. Un éxito que se llevó consigo el cierre de elBulli en 2011.

Dos años después volvió a desplegar sus alas con la creación de elBullifoundation, desde donde sigue promoviendo la creatividad e innovación de jóvenes cocineros ayudándoles a encontrar sus propios límites.